La desinfección del agua es un requisito indispensable, independientemente de su uso, ya sea potable o para proceso. Existen varios métodos para desinfectar el agua , los principales son:

Cloración: La cloración es el proceso de desinfección más común, pues posee varias ventajas, es muy comercial, económico y deja un residual en el agua que le permite mantener el agua segura durante tiempos prolongados ya sea que este almacenada o para su distribución. El cloro se usa en forma sólida, líquida o gas, y tiene la desventaja de dejar un desagradable sabor en el agua.

Luz Ultravioleta: Este método se basa en hacer pasar agua sin sólidos suspendidos (SS) a través de lámpara de rayos Ultravioleta (espectro entre 240-280 nm),  que modifican el ADN de los microorganismos para desactivarlos, es decir esterilizarlos. Su principal ventaja es que no requiere productos químicos y no deja sabor en el agua.

Ozono: El ozono es una molécula que se conforma de tres átomos de oxigeno, por lo que es altamente oxidante, además es muy inestable, con la ventaja de generarse en sitio mediante una descarga eléctrica y no deja un residual permanente, ya que se descompone en oxigeno

El usar un método u otro depende del uso y características del agua, en Osmofilt contamos con la experiencia de uso de estás tecnologías contáctenos nosotros lo asesoramos.